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Todo tiene su tiempo debajo del cielo, y este tiempo,
Navidad, es precisamente, tiempo de regalos, de
fiestas, de alegría. Tiempo, como ninguno otro en el
año, para dar y para ser agradecidos.
Sí, es tiempo de ser agradecidos con la vida. Es bueno
ponderar en el propio corazón aquellas cosas por las
que se deben dar gracias. Porque por todo se puede dar
gracias, aún por el dolor mismo, aunque muchos no
comprendamos su significado para la vida.
Una persona agradecida, se olvida de sí misma para
acercarse al otro, porque, ¿qué hace una persona que
está agradecida a otra? Si duda alguna, piensa en el
otro y emplea delicadeza en el trato: una persona
agradecida recuerda los cumpleaños y celebra, alguien
que está agradecido siempre guardará, de una forma
especial en su memoria, a aquellos que le hicieron un
bien o le dieron la mano. El agradecido con amor,
pues, paga. Justamente, con amor,
es a lo que estamos llamados los
cristianos a celebrar al Rey que nació hace ya más de
2000 años y que cada año nace, para volver a estar
entre los hombres y así mostrarnos el verdadero amor,
el auténtico sentido de la vida.
Es bonito asistir a fiestas, bailar alegra el alma,
recibir regalos, ¿quién se opone a ello? Pero cuando
se deja afuera que lo verdadero, lo que se celebra, es
que los hombres podemos amar, a través de las
enseñanzas de Jesucristo, entonces la Navidad se
convierte en una fiesta más, en algo, aunque no guste
el término, pagano.
Pero usted y yo somos agradecidos, y vestimos nuestras
mejores galas para recibir al Rey. Decoramos la casa y
nos esforzamos para tener paz en esos días, porque el
ejemplo es importante para nuestros hijos.
Usted y yo
somos parte de ese ejército cristiano, con corazón
agradecido, con corazón danzante, porque, una vez más,
por pura misericordia, viene a vivificar nuestro
corazón, Jesús, El Cristo.
Y le damos las gracias, ya
que tuvimos trabajo, porque materialmente progresamos, porque la depresión se fue,
porque nuestra familia
sigue unida, porque, tal vez,
conocimos el verdadero
amor.
¡Que Belén tan lleno de luz encontrará el Rey! |