
Navidad Astrológica
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Navidad
viene de Natividad o nacimiento, el solsticio de invierno (para el hemisferio
Norte, solsticio de verano en el hemisferio sur) es la época
del año donde a través de la historia los pueblos han
celebrado el nacimiento de sus dioses o héroes solares.
Son 4 los elementos de la naturaleza, 4 las letras
del Nombre sagrado de YHVH, son 4 las direcciones del espacio, son 4
las puertas de energía para el planeta, mismas que se abren durante
el inicio de las 4 estaciones del año.
En el universo y en la naturaleza, hay dos fuerzas
en constante lucha, en continua interacción, son la luz y la
oscuridad, el espíritu y la materia, el bien y el mal, lo interno
y lo externo, lo superior y lo inferior, la unidad y la multiplicidad,
la esencia y la apariencia, la realidad y la ilusión.
Hay dos momentos en que estas fuerzas logran un
equilibrio armónico, en el día es al amanecer y al atardecer,
en el año es durante los equinoccios de primavera y otoño,
que corresponden a la entrada del sol a los signos de Aries y Libra.
Bajo la Luna Llena de Aries se da el sacrificio del “Cordero de
Dios” que es el mismo Jesús durante su pasión, muerte
y resurrección que recordamos en la Semana Santa.
El 29 de septiembre bajo Libra se festeja a los
Arcángeles, entre los cuales Miguel trae en su mano la balanza
de la Justicia Divina o Cósmica, que es la misma Ley del Karma
o Ley de acción-reacción.
Hay dos momentos en que esas dos fuerzas oscilantes
alcanzan su máximo poder o dominio sobre la otra, y que es el
mismo instante en que la fuerza vencida va a comenzar gradualmente a
crecer, estos momentos corresponden a los puntos máximos de oscilación
de un péndulo. Son los Solsticios de Verano e invierno, que inician
cuando el sol entra a los signos de Cáncer y Capricornio, estos
2 signos solsticiales representan las dos columnas a través de
las cuales se ingresa a un Templo.Cáncer ésta regido por la luna,
y representa la columna blanca o de luz, que nos recuerda que en verano
se da el día más largo del año, ésta es
la columna de fuego que guío al pueblo judío durante la
noche durante su éxodo a la Tierra prometida. Capricornio ésta
regido por saturno y representa la columna negra o de oscuridad, que
nos recuerda que en invierno se da la noche más larga del año,
ésta es la columna de nube que cubrió de día al
pueblo judío durante su éxodo a la Tierra prometida, bajo
el ardiente sol del desierto.
La columna blanca representa la Luz del Espíritu
o el Poder de Vida que viene del sur, mientras que la columna oscura
representa la Región del Misterio, los secretos de la Madre Naturaleza,
es el velo de Isis, las leyes de la naturaleza que el hombre aun no
conoce ni sabe usar; el Norte es el rumbo de la materia, sujeta a las
leyes del cambio, al poder de la muerte; pues sólo hay muerte
o renovación constante en la materia, el espíritu es eterno;
la materia es temporal y nosotros como seres duales compartimos ambas
realidades, internamente somos espíritu, luz, conciencia, eternidad,
divinidad, unidad; pero externamente estamos recubiertos de materia
sujeta al desgaste que produce el transcurrir del tiempo y aquí
la unidad se fragmenta en miles de yoes inferiores, atrapados bajo el
hipnótico hechizo de la ilusión de multiplicidad, estas
son las desordenadas piezas del rompecabezas que nos toca reconstruir
personalmente.
Los solsticios son las dos columnas que forman
la puerta de entrada y salida de las almas al planeta, Cáncer
en el verano bajo la luna, representa la madre, la entrada del espíritu
en la materia o encarnación, es el primer nacimiento, al cual
Cristo se refirió cuando dijo: “entre los nacidos de mujer
no hay nadie mayor que Juan el bautista ...” Capricornio en invierno
bajo saturno o kronos el Dios griego que devoraba a sus hijos, representa
que del Poder Divino Creador todo surge y a él todo retorna,
“Pues nuestro Dios es fuego devorador” Hb. 12: 29. |
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En la Creación el Poder Uno se fragmenta,
divide, multiplica, y oculta en la forma, en el proceso inverso de retorno
a la unidad o Evolución, la multiplicidad es “devorada”
o reabsorbida en la unidad primigenia. Capricornio es el signo de la
evolución, liberación o salida del alma de su paso temporal
por la experiencia de la encarnación en la materia, es el segundo
nacimiento, el que se da en si mismo, interno, es el desarrollo del
potencial humano del que hablaba el maestro Jesús cuando decía;
“tenéis que nacer de nuevo”, es el llamado “Hijo
del Hombre”.
“Más no es lo espiritual lo que primero
aparece, sino lo natural; luego, lo espiritual. El primer hombre, salido
de la tierra, es terreno; el segundo viene del cielo” 1 Co. 15:
46 “Mientras nuestro hombre exterior se va desmoronando, el hombre
interior se va renovando de día en día” 2 Co. 4:
16 “El nacido según la naturaleza persigue al nacido según
el espíritu,” Ga. 4: 29.
Bajo cada solsticio se festeja a un San Juan,
en el verano y bajo Cáncer, signo de elemento agua el 24 de junio
queda San Juan Bautista, aquí el agua es el elemento de purificación
e iniciación a la comunidad cristiana, mientras que durante el
invierno y bajo Capricornio signo de elemento tierra, el 26 de diciembre
queda San Juan Evangelista, el discípulo más amado de
Jesús, al que confió bajo su custodia los aspectos mas
secretos de su enseñanza, para instaurar la parte esotérica,
la Iglesia Interna, el verdadero pueblo elegido o Israel espiritual.
Toda religión tiene su parte visible o
exotérica para las masas y su parte invisible o esotérica
para los Iniciados o más preparados, por eso Jesús hablaba
en parábolas y explicaba su significado profundo a unos cuantos,
sus discípulos más cercanos. No hay en ello egoísmo
alguno sino la verdadera justicia de dar a cada quien la verdad bajo
la forma en que la puede asimilar. A un bebe se le da papilla, alimento
ligero y fácil de digerir, al mayor se le permite comer algo
que a un bebe le haría daño, no hay egoísmo en
ello, incluso al pequeño porque se le quiere se le prohíbe
comer algo que le puede perjudicar, mientras no este apto; pero lo que
es prohibido y ocultado al menor, es permitido y descubierto al mayor,
el mismo San Pablo dice:
“Hablamos de sabiduría entre los perfectos, pero no de
sabiduría de este mundo, sino que hablamos de una sabiduría
de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios desde antes de los
siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los príncipes
de este mundo” 1 Co. 2: 6 “El hombre naturalmente no capta
las cosas del espíritu de Dios; son necedad para él. Y
no las puede conocer pues solo espiritualmente pueden ser juzgadas”
1 Co. 2: 14 “No pude hablaros como a espirituales, sino como a
carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche y no alimento
sólido, pues todavía no lo podéis soportar. Ni
aun lo soportáis al presente pues sois carnales” 1 Co.
3: 1.
Se entiende que el conocimiento es una especie de alimento, para el
pueblo “leche y no alimento sólido, pues todavía
no lo podéis soportar”, Cristo conciente de esto dividió
su enseñanza en una parte publica, básica, sólida
como roca y la confío a San Pedro, quien representa el Cristianismo
exotérico, la Iglesia externa, pero también dejo una línea
secreta, fluida como agua viva, “yo os daré a beber de
un agua con la que no volveréis a tener sed” y la confío
a San Juan Evangelista, quien representa al Cristianismo esotérico,
la Escuela Interna, cuya enseñanza se conservo en los Colegios
Iniciáticos.
Al parecer el Cristianismo tiene sus dos San Juan,
como un recuerdo o adaptación sincrética del antiguo dios
griego Jano, el dios de las puertas y de todo lo que inicia o termina,
éste dios tenía dos caras, una viendo al pasado con tristeza
y otra viendo al futuro con esperanza, el pasado se representa por la
columna blanca, que es lo claro y conocido, mientras que el futuro se
representa por la columna oscura, que el lo desconocido, el misterio
hacia el cual avanzamos para desentrañarlo, hasta donde nos sea
permitido.
Durante el Solsticio de Invierno (hemisferio norte), el 21 de diciembre
se da la noche más larga el año, la oscuridad ha vencido
a la luz y simbólicamente el mal al bien, en el Tarot a Capricornio
le toca la carta XV “El Diablo” o el “Señor
de la puerta de la materia”, los solsticios son los polos extremos
del año que se reflejan durante el día como mediodía
(equivale al verano) y medianoche (equivale al invierno). Pero el triunfo
de un polo sobre otro es fugaz, momentáneo, inmediatamente el
otro empieza a crecer, así en invierno, después del día
de solsticio la luz empieza a crecer, el bien, el amor, la fe y la conciencia
comienzan su ciclo ascendente, es por eso que esa fecha fue elegida
para celebrar la Navidad o natividad de Nuestro Señor Jesucristo,
él es el héroe solar que nace en medio de las tinieblas
para traer una esperanza de redención a la humanidad; retoma
el papel de otros héroes y dioses de culturas antiguas, sustituye
los antiguos ritos de Mitra en Persia, de Horus en Egipto, de Huitzilopochtli
en México, el Natali Sol Invictus de los Romanos y las fiestas
de saturno o Saturnales de los Griegos.
A pesar de las diversas investigaciones efectuadas
en torno al nacimiento del Mesías, no se ha determinado una fecha
legítima, no obstante en los primeros siglos del cristianismo
se conmemoraron los días 6 de enero, 25 o 28 de marzo, 19 de
abril y 133 días más. De hecho, el día de Navidad
no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia
de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó
el 25 de diciembre como fecha de la Natividad. Fue el Papa Julio I (337-352)
fue quien estableció el 25 de diciembre para la celebración
litúrgica de la Navidad.
Desde el punto de vista astrológico, los elementos que integran
un Nacimiento, Pesebre o Belén tienen una intima relación
con signos del zodiaco muy específicos:
Géminis se representa por un número
2 romano II, representa a los dos columnas del hogar, la femenina y
la masculina, que son en qábalah los sephiroth 3 de Binah que
es la Madre y 2 de Chokmah que es el Padre, en el pesebre son María
y José, así deben estar frente a nosotros, María
a la izquierda como la columna B:. y José a la derecha como la
columna J:., María es la Madre Naturaleza que va revelando sus
secretos al Iniciado y José la Sagrada Tradición, y la
guía de los Maestros espirituales, ambos representan a géminis
y la puerta o umbral de los Misterios, el momento en que el mar se abre
como una puerta y que señala un cambio trascendente en nuestras
vidas, encaminada a la Luz.
Tauro se representa por el toro echado a los pies
del niño Jesús, nos recuerda la salida de Egipto, al becerro
de oro, el materialismo vencido; el asno es símbolo de la ignorancia
y las fuerzas del mal que deben estar también arrodilladas ante
Cristo. El gallo que nos anuncia la llegada de un nuevo día,
aparece señalando que Cristo es el Sol naciente de una nueva
Era para la humanidad. Aries está representado por los borregos
y pastores. Piscis la Era astrológica que Cristo vino a abrir
se representa por un lago o espejo con peces y patos. Acuario es la
Era que inicia y puede ser representada ya en los Nacimientos o Pesebres,
con un aguador, un hombre cargando con una palo o vara sobre sus hombros
2 cubetas con agua.
El pesebre es claramente signo del corazón humano que es donde
debe nacer el amor a sí mismo y a nuestro prójimo. Estos
son los elementos astrológicos que aparecen en el Nacimiento
o Pesebre.
FIAT LUX
FELILUXOR
FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO…
FUNDACIÓN AMONRA CHILE
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