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Llega la época de la Navidad u
NATIVIDAD
es una
época para
algunos de
fiestas
físicas,
como
también
para otros
fiestas
internas u
fiestas de
índole
espiritual.
Quien está sintiendo esa alegría
que normalmente se siente en Navidad desde hace
semanas y meses indica que va por buen camino
internamente, que está cuidando sus energías, que está sublimando su interno poder.
Lo
ideal seria sentir navidad todos los días, todas
las horas, todos los meses y todos los años,
pues así, cumplimos el santo propósito de
alimentar nuestro Jesús y Cristo interno que de
seguro nos dará mas luz mas vida y mas amor para
dar y a su vez consolidarnos a pesar de
difíciles pruebas que tendremos que pasar, pues
la luz no acompañara como una buena estrella
guía, como la de los tres reyes
magos. |



HISTORIA
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Tiene sus orígenes en la antigua
creencia germana de que un árbol gigantesco
sostenía el mundo y que en sus ramas estaban
sostenidas las estrellas, la luna y el sol,
también era y es símbolo de la vida
Lo que
explica la costumbre de colocar luces en los
árboles.
Para los hombres en diversas
culturas los árboles han tenido y tienen un
significado muy especial, un significado
antropológico, místico y poético.
El árbol en
sí tiene variados significados religiosos ya que
se utilizado como un símbolo de unión entre el
cielo y la tierra, entre Dios y el hombre:
Es
muy común que los árboles se le relacionen con
la fertilidad y la fecundidad, la sabiduría, el
crecimiento y la longevidad.
Crece con sus
raíces en la tierra y se va elevándose hacia el
cielo;
Como una plegaria, por ello en muchas
religiones, sobre todo en las orientales, el
árbol es un signo de reencuentro con lo sagrado,
del reencuentro del hombre con la divinidad y de
la divinidad con el hombre de lo cual el hombre
en si da gratitud por los beneficios que le
aporta en la vida.
A su vez en distintos
continentes como las tribus nórdicas europeas,
americanas, druidas, los que disponían de
árboles que consideraban sagrados alrededor de
los cuales se reunían para la realización de
rituales que permitían y permiten entrar en
comunicación y comunión con Dios y las energías
cósmicas de la verdad suprema.
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A su vez cortaban algunas ramas
y que se decoraban con pan, frutas y adornos con
muchos brillos para alegrar la vida de los
habitantes de las casas, mientras se esperaba el
paso del invierno.
Se cuenta que un misionero
inglés en Alemania, en el siglo
VII,
comprendiendo que era imposible arrancar
de raíz esta tradición pagana, la adoptó dándole
un sentido cristiano, haciendo que el árbol
adornado fuera también un símbolo del nacimiento
de Cristo.
Algunos otros hablan que Martín
Lutero fue quien introdujo esta costumbre al
adornar con manzanas un árbol para tratar de
explicar los dones que los hombres recibieron
con el nacimiento de Jesucristo.
Dios se ha
valido de la forma en que los hombres ven a los
árboles para dar a conocer su plan de salvación
particularmente cuando se trata del misterio de
la encarnación del hijo de Dios para salvar al
hombre.
En primer lugar se asocia al árbol de
Navidad con el árbol de la vida, que lucía en
medio en medio del Jardín del Edén y después de
la caída desaparece; la fruta y las decoraciones
nos recuerdan las gracias y dones que el hombre
tenía cuando vivía en el Paraíso en completa
amistad Dios.

Por el nacimiento de
Cristo
Los hombres renacen y tienen
acceso a la plenitud de la vida.
El Cristo es
la Única Realidad, es la Vida Cósmica que tiene
como campo de evolución al Sol y al Sistema
Solar e inunda con su magnífica Vida y Poder
todo el Sistema.
El árbol de Navidad
representa el haber recobrado dichos dones
gracias al sacrificio de Jesús -
cristo.
También en la tradición del árbol de
navidad, generalmente de pino, la cual tiene la
regencia de Saturno, siendo desde el 21 de
diciembre el mes zodiacal de Capricornio, que es
la mansión de Saturno.
El árbol del pino trae
al hogar la vibración de Saturno que tiende al
ser humano a buscar su naturaleza espiritual y
su naturaleza divina.
En cada Navidad
simbólicamente plantamos uno nuevo, porque así
es la conciencia siempre en búsqueda de saber
algo diferente.
En la Biblia, el árbol
aparece como un símbolo de la Vida, árbol que
Dios coloca en medio del Paraíso como fuente de
la inmortalidad (Gen 2, 9, 3,22).
Pero el
árbol puede también simbolizar la falsa
sabiduría, la soberbia y la muerte cuando el
hombre se aparta de Dios (Gen 2, 16-ss) seducido
por la apariencia engañosa de este árbol y
comiendo su fruto (gen 3, 2-6).
Por eso el
árbol de Navidad representa esa naturaleza
restaurada y engalanada para recibir a su
redentor; el árbol perennemente verde quiere
saludar en nombre de la naturaleza renovada a su
Señor:
"Alégrense los cielos y la tierra,
salten de gozo el campo y cuanto encierra,
manifiesten los bosques regocijo" (salmo
5).
El árbol de Navidad también representa
ese árbol que nace y que con el tiempo madurará
en un gran árbol del cual saldrá la cruz que tal
como nos recuerda la liturgia del Viernes
Santo:
"Cruz amable y redentora, árbol noble
y espléndido, ningún árbol fue tan rico ni en
frutos ni en flor". Podemos decir que de alguna
manera el árbol de Navidad nos recuerda la
redención.
Las luces u guirnaldas representan
la luz de Cristo y de todos los caminos del
universo divino entrelazado que existe en el
cielo y en la tierra y que debemos en algún
instante iniciarnos al despertar en nuestras
vidas de nuestro árbol de la vida (la cabala), a
través de los arcanos mayores y menores de el
tarot en el conocimiento de si mismo y de el
universo visible e invisible...
La estrella
que en algunas ocasiones se coloca en la punta
representa a la estrella de Belén que anuncia la
redención a la humanidad y al hombre mismo,
microcósmica y macro cósmicamente para el
reencuentro la practica y entrega al padre, como
una estrella que brilla, ese es nuestro camino y
trabajo personal, en el pulir nuestras impurezas
es el conocerse así mismo, es la luz de la
esperanza de el reencuentro de el hombre con su
dios mismo el uno solo con el
padre...

Los primeros documentos que nos
hablan de la costumbre de colocar en Navidad
árboles de abeto o de pino en las casas son del
s. XVII y menciona a la región de Alsacia,
tierra que se encuentra como Alemania y
Francia.
En los países nórdicos, en el siglo
XVI, se empiezan a reunir las familias en torno
a un árbol de Navidad.
El día 24 los niños
eran llevados a pasear o de día de campo,
mientras los adultos colocaban y decoraban con
dulces y juguetes el árbol; a su regreso los
niños eran sorprendidos con el árbol y así daba
inicio la celebración de la fiesta de
Navidad.
Esta costumbre cobra fuerza y se
extiende como moda cuando la Reina Victoria de
Inglaterra para celebrar la Navidad hace colocar
un árbol en el palacio decorándolo con velitas
que hacen relucir una serie de bellos y finos
adornos.
Pero Cristo vino no únicamente a los
hombres, vino como cabeza de una nueva realidad
humana de la creación de las fuerzas de la
divinidad, renovando y trasmutando todo lo que
estaba fuera de si para así dejar caminos claros
y definidos que cada uno va eligiendo y tomando
para alguna vez llegar al padre de la luz, el
sacrificio y el esfuerzo consciente lo permitirá
que es el reencuentro con la verdadera luz
inefable.
La presencia de Jesús Cristo
responde al anhelo de la creación para ser
liberada de la esclavitud y de la destrucción;
mientras tanto se queja y sufre, tal como una
mujer en sus dolores de parto tal como nos lo
describe San Pablo en la epístola a los
Romanos.
Jesús –Cristo es la Luz, símbolo del
Padre, es la Luz interna que dirige nuestras
vidas, la Luz del Espíritu, la conciencia; el
Amor es la Fuerza de Jesús - Cristo inmanente en
nuestro
corazón y la Vida la manifestamos a
través de la progenie para que Egos expectantes
puedan renacer.
Es el triple aspecto de la
Divinidad que también se
manifiesta como Luz,
Sonido y Fuego.
Primer Aspecto:
La Luz
representada en los faroles, velas y lucecitas
que titilan por toda parte,
de la Divinidad, el
Padre.
Segundo Aspecto:
el Hijo,
el
sonido de las campanas, los villancicos y las
canciones
de la Navidad.
“Y aquel Verbo
fue hecho carne y habitó entre nosotros”
Jn.1.14.
El Tercer aspecto:
El Santo
Aliento
El Espíritu Santo.
El incienso que
se quema en esta época, el fuego que se enciende
y la pólvora que se quema.
Son tradiciones
entregadas por los Místicos y espiritualistas de
todos los tiempos como símbolos, para que
penetrara en la mente divina de la humanidad
objetivamente a través de lo consiente y
subconsciente y no se perdiera ese
conocimiento.

Palabra de
Dios:
"Y sucedió que mientras estaban
allí, se le cumplieron los días del
alumbramiento, y dio a luz a su hijo
primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó
en un pesebre, porque no había sitio para ellos
en la posada."(Lc 2,6-7).
El Niño
Jesús-Cristo nace en un pesebre, rodeado por la
mula y el buey.
Alegrémonos, porque hoy ha
nacido el Salvador.
Nadie puede estar triste,
porque hoy es el nacimiento de la vida que
destruye el fruto de la muerte y nos llena con
la alegría de la promesa eterna.
El pesebre
indica ese lugar humilde, sencillo, natural en
donde Jesús -Cristo Cósmico se naturaliza para
hacer posible el proceso de la generación
universal.
La mula y el buey son las
pasiones, el instinto, la lujuria que
atraen
fuertemente hoy en día al ser humano, rodeando
al Niño-Cristo, es decir a la Vida Divina que se
sumerge en nuestra propia naturaleza para hacer
posible los sagrados procesos de la generación
universal y de la regeneración y
espiritualización del ser humano.
Con el niño
Jesús-Cristo tienen que huir rápidamente hacia
Egipto,
porque si no podría ser
asesinado.
Ello se refiere al ser humano que
en su evolución terrestre “está en Egipto”, que
es una palabra que representa las pasiones, los
vicios, en los que el ser humano se ha debatido
y aun se sigue debatiéndose.
No se refiere a
Egipto como un País en donde hay unos monumentos
prodigiosos dejados por las culturas de la
antigüedad.
Es el Jesús-El Cristo interno el
que debemos desarrollar, es el Cristo interno el
que debemos conquistar y todo ello se logra a
través de la veracidad, la perseverancia y la
constancia a través de la pureza de pensamiento,
palabras y actos, y practicas místicas y devotas
a través del servicio desinteresado hacia
nuestros semejantes a pesar de las diferencias
que se nos presentan, todo debe ser con alturas
de mira en la luz inefable en nuestro
corazón.
Navidad es una época de iniciarse en
el despertar de la conciencia permanente en el
servicio desinteresado; por ello en todas las
culturas durante estas fechas se dedicaban a
llevar regalos, alimentos, ropas, frazadas a los
mas necesitados; es el sentimiento crístico que
está vibrando en el corazón del todo y cada ser
humano que ama a Jesús cristo, todos deberíamos
atrevernos y osar para llegar mucho mas lejos,
debemos entregar de sí lo más que podamos no lo
que podemos o nos sobre:
Ello es
Conocimiento, amor y servicio, lo cual debería
quedar estigmatizado para servir toda nuestra
vida en bien de nuestros semejantes, piense,
cuanto y como mejoraría la humanidad, mientras
se inicien en este proceso de dar luz vida y
amor.

Al Niño Jesús-Cristo vienen a
visitarlo tres reyes magos que representan no
solamente las tres razas por las cuales hemos
pasado (negra, amarilla y blanca a la que
pertenecemos todos actualmente aunque tengamos
tantas mezclas de sangre).
Un rey mago negro
venido del sur, un rey mago amarillo venido del
oriente y un rey mago blanco venido del norte,
las razas Lemur, Atlante y Aria, las cuales le
rinden culto a la sexta raza-raíz que surgirá
dentro de algunos siglos, la raza del Cristo,
una raza mucho más desarrollada en lo
espiritual.
Los tres reyes magos también
representan en nosotros los poderes del Padre
(rey blanco), del Hijo (rey amarillo) y del
Espíritu Santo (rey negro).
El rey negro le
trae al Niño-Cristo la mirra que es una
sustancia que se utilizaba en la antigüedad para
ungir los cuerpos, pero también para momificar
los cadáveres y que éstos no se
corrompieran.
Mientras tenemos “buena
cantidad de mirra” que no ha sido gastada en los
desvaríos eróticos, nuestro cuerpo se mantiene
preservado (relativamente joven), pero cuando la
mirra se ha agotado nuestro cuerpo se corrompe,
se desgasta, se pone ajado y fallece.
El rey
amarillo le trae incienso, un elemento de
adoración que tiene la característica de
elevarse en una columna única; es lo que llaman
los Rosacruces la sublimación, la elevación de
las energías inferiores convirtiéndolas en
fuerza moral y espiritual.
El rey blanco trae
el oro, símbolo de la conciencia;
Es la luz
del Espíritu que dirige nuestra vida para evitar
que sigamos cometiendo yerros u errores
incalculables,
Evitar así que sigamos
perdiendo el tiempo lastimosamente sin hacer lo
que realmente es importante en la vida:
prepararnos, luchar, trabajar, mejorar nuestra
propia dignidad interna, educar nuestro carácter
interno y externo, educar el sendero de la
voluntad.
Pero es mucho más: es estudiar,
aprender, practicar, devoción, capacitarnos,
educir conciencia, educir sabiduría,
inteligencia, comprensión, vida, amor y acción
fecunda.

También tenemos que Santa Claus
o papá Noel es el Fuego de la Vida, que nos
“trae los regalos y los deja alrededor del árbol
junto al fuego en representación de el maestro
Metraton.
Es el Árbol del Conocimiento, EL
ÁRBOL DE LA VIDA, la cabala tradicional, Con
cada sendero y esferas reflejando a través de
las matemáticas, geometrías y gematría las
diversas formas de composición del universo y
del hombre entre el cielo y la tierra, que es el
sistema nervioso cerebro-espinal, que permite
que aprendamos, que recibamos información a
través de los sentidos visibles e invisibles lo
cual es tarea de quien desea evolucionar en el
reencuentro con su yo divino y cristico por
donde debe reascender el Fuego de la Vida para
llenarnos de luz, conciencia y de de
salud.
Los niños esperan sus regalos con
alegría; somos nosotros mismos esperando
inconscientemente las dádivas divinas, pues cada
diciembre el Cristo Cósmico vendrá al Planeta a
entregar Su Vida, Su Energía, Su Poder, para que
cada una de las vidas manifestadas en todos los
reinos podamos prepararnos para una nueva etapa
en el trabajo evolutivo y de ahí quedar esa
chispa en la mente de la esperanza divina y
creadora.
Se representa al Cristo como un
niño recién nacido, porque la energía de Cristo
al nacer en nuestro corazón, inicialmente es
como un bebé al que hay que cuidar, alimentarlo,
y ayudarle en su desarrollo y en su crecimiento
Se tiene que cuidar ese sentido espiritual día
tras día.
Nadie debe sentirse excluido de
participar a tan gran gozo, porque todos
participamos de la misma alegría.
Alégrense
porque se acerca la palma de la
victoria.
Alégrese el que ha cometido
diversos pecados porque se le concede el perdón.
Anímese el pagano porque se le ofrece la
vida.
Esa es la maravilla espiritual
de Jesús el Cristo que vive y mora en cada uno
de nosotros a conciencia o no, pero es
así.

Reflexión:
Los
hechos acaecidos en la noche de Belén no pueden
ser abarcados con esquemas de una descripción de
cronista.
Para llegar a conocer todo hay que
calar hondo en el desarrollo de los
acontecimientos a la luz de las palabras del
profeta Isaías:
"Un niño nos ha nacido, un
niño nos ha dado. Lleva al hombro el principado,
y es su nombre."
¿Qué clase de principado hay
en el hombro de éste niño, que, a la hora de su
venida al mundo, ni siquiera tenía un simple
techo humano sobre su cabeza, y como primera
cuna tuvo un pesebre de animales?
En la noche
de Belén nos preguntamos acerca de éste
principado.
¡Qué trae consigo al mundo el
recién nacido?
Hemos oído que con el ángel
que anunció a los pastores el nacimiento del
Salvador "apareció una legión del ejército
celestial que alaba a Dios diciendo:
Gloria a
Dios en el cielo y paz en la tierra a los
hombres que Él quiere tanto". Pues bien, en esta
anunciación de Belén encontramos respuesta a
nuestra pregunta. ¡Qué principado se ha colocado
en el hombro de Cristo en esa noche? Un poder
único.
El poder que solamente él posee. En
efecto, sólo él tiene el poder de penetrar en lo
profundo del alma de cada hombre con la paz del
gozo divino.
Saludémoslo con agradecimiento y
alegría, a esta noche radiante.
¡Venite
Adoremus!

Los estudios de filosofía nos
enseñan que es muy sano realizar la caridad, y
este es un momento propicio y favorable para
tener esta actitud e iniciarse en un proceso de
generosidad desde el alma a vuestros semejantes,
es el principio de el dar mas que penar en que
dar.
En estas fechas entramos en un fuerte
contacto con la energía del AMOR, del AMOR
UNIVERSAL.
Por ello siempre participo y a
favor de hacer y realizar donaciones en especie
a hospitales de niños, adultos mayores,
comedores infantiles o cualquier otro tipo de
institución que ustedes puedan elegir y que
tenga identidad con el sentido del el amos y
servicio desinteresado.
Ejecutar caridad
dando a estos lugares paquetes de azúcar, de
arroz, de fideos, harina, leche en polvo, ropa
que no tiene más uso para uno, juguetes,
cuadernos, libros y que mentalmente "pidan" que
todos los habitantes del planeta Tierra tengan
una Navidad Próspera, llena de Felicidad y de
Amor, pues dando se recibe, perdonando se es
perdonado.
Muriendo se resucita a la vida
eterna.


Fiat lux…
FELILUXOR
FE
Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO
FUNDACIÓN AMONRA
CHILE
UNA LUZ EN VUESTRO
CAMINO…
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