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Trataremos de expresar
brevemente algunos conceptos
sobre la definición dada.
Es una Escuela, pues se imparte
una enseñanza y guía
sistemática. Junto a la
instrucción colectiva, hay una
individual, que es la más
importante. A cada integrante se
le entregan los medios
necesarios para su desarrollo,
de acuerdo a su propia
experiencia y temperamento. Cada
uno de nosotros tiene un ritmo
diferente en su evolución,
factor que es muy tomado en
cuenta en el Martinismo.
Según Louis Claude de Saint-Martín,
el verdadero sentido de la
palabra "iniciar", en su
etimología latina; quiere decir,
aproximar, unir al principio.
La palabra "initium", significa
también "principio que
comienza".
El integrante del Martinismo se
inicia en un camino, cuyas metas
se señalarán más adelante. Debe
tener una transformación que le
capacitará para convertirse en
un nuevo ser. Se trata de un
renacer, o sea, volver a nacer.
De una persona que se deja
arrastrar por el torrente, por
el medio, por lo externo; se
convertirá en una persona con
identidad propia, con
pensamientos suyos, con
capacidad para transformar y
construir, pasando de la vida
terrena a la vida espiritual.
REAL, porque lo dicho
anteriormente no son
especulaciones intelectuales. El
Martinismo no es una institución
donde se debe venir a aprender y
llenarse de conocimientos
teóricos. Para eso existen
muchas otras organizaciones y
muchos libros. El Martinismo
trabaja con las fuerzas sutiles
de la naturaleza y exige de sus
integrantes un deseo sincero y
efectivo de superación y
perfeccionamiento. Sus
estudiantes deben luchar por un
desarrollo integral de todo su
ser, que los transformará en un
nuevo hombre o una nueva mujer.
Hagamos una analogía; es como
haber vivido como oruga y
crisálida dentro de un capullo y
luego aprender a romperlo,
convirtiéndose en alada y libre
mariposa.
Una ORDEN debido a que sus
enseñanzas e integrantes se
hayan jerarquizados a semejanza
de la organización que existe en
todo el Universo. Los
estudiantes se van agrupando en
distintos niveles, según sea su
grado real de desarrollo, a fin
de lograr un estudio colectivo
armónico y al mismo nivel, que
se une a la preparación
individual.
Veamos por qué decimos ENSEÑANZA
SUPERIOR. Todos los temas de
estudio de las disciplinas
corrientes interesan al
Martinismo. También todos los
estudios esotéricos, herméticos,
religiones y filosofías. Estos
temas son un medio para el
perfeccionamiento del hombre;
son elementos que le permitirán
servir mejor a sus semejantes.
Tras la diversidad de
disciplinas y filosofías, se
descubren los puntos de unión y
se encuentra un Plan Universal
que rige por encima de todo.
Conocer este plan y trabajar de
acuerdo a él, es el objetivo de
estas enseñanzas. Son un medio
para lograr fines trascendentes
y superiores. |
Decir que es un Centro de altos
estudios esotéricos, nos lleva a
tratar de definir este último
término. El esoterismo es el
estudio de lo que está oculto o
escondido a la generalidad de
los hombres. Hay una serie de
aspectos del universo y de
nosotros que están tras lo
visible, e incluso, tras lo
medible por instrumentos.
Justamente estos aspectos son la
causa de lo más denso y visible.
Mediante el perfeccionamiento y
desarrollo, se pueden investigar
y descubrir leyes, principios y
estados que para la generalidad
no existen, porque no los
conocen. Dice un comunicado del
organismo máximo del Martinismo:
"Es muy importante no confundir
el sentido de esta última
palabra (esotérico) ... que no
tiene nada que ver con cierto
ocultismo de bajo nivel, ávido
de "poderes" extraordinarios, de
"manifestaciones"
sensacionalistas y de ciertas
"comunicaciones". Desde luego,
sabemos que el Invisible puede
manifestarse ante el hombre de
diferentes maneras, y es
precisamente por esto que tales
manifestaciones deben ser
consideradas en forma seria y
respetuosa, y que es preciso
admitir su eventual realidad con
extrema prudencia".
Finalmente, señalamos que el
Martinismo pretende ser una
FRATERNIDAD. En Martinismo se
reúnen personas de diferentes
creencias, de distinto nivel de
desarrollo, que pertenecen o no
a otras instituciones de
diversas edades, hombres y
mujeres, estudiantes,
profesionales, dueñas de casa,
empleados, etc.. Todos
trabajando unidos por un ideal
común y quizás comprendiendo
algún día que tras lo externo y
accidental que nos diferencia,
existe algo interno y esencial
que nos hace iguales, por ser
hijos de una misma Creación.
Cuando se logra esta
comunicación de alma con alma,
se establece un irrompible lazo
de hermandad.
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