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Los
Maestros Ascendidos son Jerarquías de Divina
Sabiduría movidos por el Amor, han tenido muchas
encarnaciones vividas, superándose en cada una
hasta alcanzar la Evolución Jerárquica que los
convirtió en Maestros…
Han ascendido del Nivel Humano hasta alcanzar la
Maestría.
Un verdadero Maestro es un Alma Humana (cualquiera
sea su sexo, color, casta, religión, procedencia,
etc.) que ha realizado todas las promesas de
perfeccionamiento humanas, luego de esfuerzos
interiores, generación tras generación en esa
misma dirección y objetivo durante numerosas
encarnaciones sucesivas.
La sabiduría de un Maestro deriva de la búsqueda
de la Verdad, proceso científico que se extiende
por él, a la totalidad del Universo observable,
percibido con el auxilio de todos los sentidos
despiertos del Adepto, que funcionan en todos los
planos (físico, astral, mental y espiritual).
El Maestro tiene el poder de entrar consciente y
voluntariamente en conexión con toda Vida
existente (visible o invisible) y de adentrarse en
la conciencia de quien tiene necesidad.
La percepción interior y directa del Alma de las
cosas, o de la estructura íntima del mundo y de la
materia, da al Maestro una visión segura y exacta
de su esencia misma, tanto así como el grado de
evolución adquirido por cada uno.
El hombre común es potencialmente un Dios,
encerrado en la prisión de un cuerpo y de la
personalidad efímera, en el contexto de un
Universo de Seres y de cosas, las cuales no
comprende ni el sentido ni la finalidad.
El Maestro Ascendido, es un hombre completo que ha
liberado el Dios que hay en Él, transformando su
prisión en un instrumento (físico y psíquico)
dócil y totalmente consagrado al Servicio del Alma
Espiritual, y entonces, de este modo, de todas las
otras Almas.
Su poder Espiritual de Sabiduría y Amor, en todos
los planos, le da acceso a todos los grados de la
conciencia necesaria para su iluminación y su
acción en el Mundo; los poderes psíquicos y
espirituales completamente despiertos y sometidos
a la voluntad del Maestro hacen de ÉL un potente
“MAGO BLANCO” consagrado al beneficio de la
humanidad.
De Ellos, se dice, que “han conseguido su meta”
(en el sentido del Buda). Libre y totalmente
conciente de su propia responsabilidad, el Maestro
se dedica ahora, al despertar de sus hermanos, en
todas las escalas del Ser.
En toda la Tierra, desde la infancia de la
humanidad, han venido apareciendo los Maestros de
Sabiduría, con sus discípulos o seguidores, para
renovar periódicamente el impulso espiritual,
frecuentemente después de una era de decadencia.
Estos Maestros han venido como “Reformadores” y no
como fundadores de religiones. La Teosofía invita
a descifrar las palabras de los Grandes Maestros
de Sabiduría conocidos (Krishna, Buda, Jesús,
Saint Germain, Serapia Bey, Morya, Maitreya…..)
con un espíritu de apertura, con el fin de
distinguir no sólo las convergencias evidentes de
sus enseñanzas sino también la identidad profunda
de sus Mensajes en todos los puntos esenciales
concernientes al hombre y a su devenir.
En sus enseñanzas ofrecen las herramientas
necesarias para que cada hombre pueda librar su
propia batalla, portando la propia cruz, venciendo
cada lucha para llegar a merecer la propia
salvación y Maestría, a través de nuestros
esfuerzos personales… Enseñanzas que nos conducen
a nuestra propia Iniciación Espiritual.
Los Maestros Ascendidos fueron en realidad,
durante su existencia terrena:
1) Hombres de carne nacidos entre los hombres.
2) Predestinados (por una larga serie de
existencias precedentes enfocadas en alcanzar la
evolución espiritual) a encarnar la Sabiduría
Divina.
3) Dotados de grandes poderes usados para ayudar a
la humanidad.
4) Obligados (por su propia autoelección) a
consagrarse dueños de la propia naturaleza terrena
con una rigurosa ascensión preliminar.
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